Datos sobre las colillas de cigarrillo

Cerca de 5,6 billones de cigarrillos se venden en todo el mundo cada año.

Con un peso promedio de 0,2 g por colilla, asciende a 1,1 millones de toneladas. Esto representa alrededor del 0,3 por ciento de todo el plástico producido anualmente en el mundo (359 millones de toneladas).

Las colillas de cigarrillos consisten en:

• Filtro (hecho de acetato de celulosa, un bioplástico hecho de pulpa de madera)
• Papel fino
• Restos de tabaco sin quemar
• Cenizas, residuos de humo y otros restos de la combustión del cigarrillo

El propósito del filtro de cigarrillo es capturar algunas de las partículas del humo y diluir las sustancias que se encuentran en el humo, como los residuos de humo, la nicotina y el monóxido de carbono. Ayuda a los fumadores a manejar y apagar el cigarrillo.

Una colilla de un cigarrillo completamente fumado pesa alrededor de 0,2g. Las colillas de cigarrillos que se encuentran en el suelo pueden pesar más si sólo se han fumado parcialmente (queda algo de tabaco y papel), y/o si han estado en contacto con la suciedad o la humedad.

El acetato de celulosa se biodegrada a lo largo de varios meses a varios años, dependiendo de las condiciones del entorno. Por lo tanto, no puede caracterizarse como biodegradable; sin embargo, no se acumulará en el medio ambiente con el tiempo. Las compañías tabacaleras han estado investigando durante muchos años los filtros de cigarrillos con mayor degradabilidad, pero aún no se ha encontrado una alternativa mejor al acetato de celulosa. Mientras continúan las investigaciones sobre filtros con mayor degradabilidad, hay que suponer que el filtro de cigarrillos en su forma actual seguirá siendo parte integral del producto.

Los filtros de cigarrillos están hechos de acetato de celulosa, un bioplástico hecho de celulosa de madera. Es muy diferente de los plásticos convencionales hechos de productos petroquímicos. Se biodegradará completamente con el tiempo, aunque no lo suficientemente rápido como para cumplir con las normas de biodegradabilidad, que requieren que sea en sólo unos pocos meses. No hay pruebas de que las colillas de cigarrillos terminen como microplásticos.

Técnicamente, sí, pueden ser recicladas; sin embargo, se requeriría 1) un amplio esquema de recolección con amplios transportes y logística, y 2) grandes cantidades de agua, productos químicos y energía para limpiarlas, lo que -desde una perspectiva de impacto ambiental- cancelaría los beneficios del reciclaje.

Aunque las colillas de cigarrillos contienen residuos de humo que  hacen que tengan mal olor, no contienen ninguna sustancia en cantidades peligrosas, y no están clasificadas como residuos peligrosos. Las colillas de cigarrillos deben eliminarse con los residuos domésticos generales. Nunca deben ser arrojadas inadecuadamente o acabar en el medio ambiente natural.

Los fumadores tienen una clara preferencia por los cigarrillos con filtro, que evitan que los trozos de tabaco entren en la boca y dan un sabor diferente al humo. La eliminación del filtro requeriría un cambio en la composición del relleno de tabaco para cumplir con los requisitos de emisiones. La prohibición de los filtros de los cigarrillos como intento de reducir la disposición inadecuada de colillas también afectaría a los fumadores que no los arrojan inadecuadamente. Las prohibiciones de los filtros han sido sugeridas anteriormente por  legisladores y han sido rechazadas.

El filtro debe soportar las variaciones de humedad y tener suficiente resistencia y durabilidad para ser mecanizado, almacenado y manipulado y no tener un impacto negativo en el sabor. La mejor opción disponible hoy en día es el acetato de celulosa, un bioplástico hecho de celulosa de madera.

Los filtros de papel le dan un sabor diferente al cigarrillo, y en la mayoría de los casos no satisfacen el gusto del cliente. Cambiar los filtros de acetato de celulosa por celulosa no haría mucho para proteger los recursos, ya que ambos se obtienen de la pulpa. Se necesita hasta tres veces más papel que el acetato de celulosa, lo que daría lugar a que se necesitara más pulpa de madera. Además, los filtros de papel podrían considerarse menos perjudiciales para el medio ambiente a los fumadores que los filtros actuales, de modo que se podrían arrojar inadecuadamente  más colillas de cigarrillos, lo contrario de lo que queremos.

Hoy en día, los filtros están hechos con acetato de celulosa (CA), un material renovable y parcialmente biodegradable. A lo largo de los años se han evaluado muchos materiales alternativos para los filtros de cigarrillos. Para ser aceptable, cualquier material nuevo tiene que satisfacer cuatro criterios:

• Buena eficiencia y consistencia de filtración, similar a la de los filtros de CA
• Reducción significativa de la huella total de carbono y/o mejora significativa de la biodegradación marina, acuática y del suelo en comparación con un filtro de CA
• Características de sabor aceptables, ya que un producto debe tener éxito en el mercado para tener el impacto positivo deseado en el medio ambiente
• Comercialmente viable a escala (todo el desarrollo de la ciencia de los materiales comienza en el laboratorio y debe conducir a la industrialización a gran escala y a costos competitivos)

Todavía no se ha encontrado una alternativa mejor que el CA, pero los fabricantes de cigarrillos siguen explorando opciones a medida que se dispone de nuevos materiales y procesos.

Hay muchos informes que tratan de aproximarse a la incidencia de la disposición inadecuada de colillas de cigarrillos en  público, pero hay muy pocos datos medidos concluyentes disponibles hoy en día. Muchas encuestas sobre disposición inadecuada citan que entre un tercio y dos tercios de las colillas de cigarrillos son arrojadas inadecuadamente. Recientemente se realizó en Francia una investigación de campo estadísticamente significativa que sugirió que uno de cada tres cigarrillos estaba siendo arrojado inadecuadamente en público.

Fuente: ENOTIKO, OPTAE, Francia 2019

No. Si bien puede parecer un método eficaz, sería complejo de aplicar, con considerables desafíos como el olor y la higiene. La mejor manera de reducir la disposición inadecuada de las colillas de cigarrillos es alentar y permitir la eliminación adecuada de los desechos de los consumidores e impulsar el cambio de comportamiento de los consumidores. La Comisión Europea afirma que "en lugar de proponer una nueva legislación que introduzca un sistema de depósito, [...] la atención debería centrarse en la aplicación adecuada de las medidas introducidas en la Directiva sobre Plásticos de Un Solo Uso, que son apropiadas y proporcionadas para conducir a una reducción significativa del impacto ambiental causado por los residuos posteriores al consumo de productos de tabaco con filtros. La introducción de un esquema de depósitos de devolución para los productos de tabaco no se considera necesaria ni apropiada para lograr estos objetivos.